Sé que soy más de calor, pero en Madrid (Panem en victoriano) tengo recuerdos muy bonitos cuando el cielo se tiñe de gris. La mayoría de esos momentos las paso sola, sin nadie. Son pequeños recuerdos que no duran más de un segundo, sin embargo, el primero que puedo comentar sé que fue un rato largo.
Terminaba el verano, por lo que el otoño estaba ya casi presente. Era una criaja de unos 9 años más o menos. Por alguna razón que no recuerdo estaba sola en el jardín de casa columpiándome. Como solía hacer, dejaba las chanclas en el suelo y me columpiaba descalza. Fue entonces cuando el cielo estaba encapotado de nubes y el viento empezó a levantarse. Me sentí genial a pesar de tener algo de frío en los pies, pero no me importó.
Después de columpiarme, me fui al césped de la piscina (en esos tiempos siempre se podía pasar al recinto de la piscina a cualquier hora de cualquier momento del año) y me tiré al césped mientras el viento seguía soplando. Aquel momento se acabó cuando mi madre dijo desde la terraza que subiese a casa, pero el cielo gris siguió hasta el ocaso.
Los demás recuerdos no duran mucho más. Todos son diferentes pero siempre están teñidos del mismo cielo gris (aunque con un poco menos de viento que el recuerdo anterior). Uno es caminando sola hacia la estación de Chamartín. Creo recordar que era después del cole y llevaba mi mochila y mi uniforme (dioses, esa época tan lejana en la que llevaba uniforme~). Tenía 15 años.
Me acuerdo que me quedé mirando las Cuatro Torres en el pasillo, ese que hay para entrar en la estación desde la Calle Hiedra y hay unas escaleras mecánicas. Me quedé esperando como solía hacer hace tiempo, pero aquel momento sola viendo las Cuatro Torres... no sé porqué se me grabó.
Hay recuerdos confusos caminando por el barrio, yendo o no al chino, con o sin gente... pero también cuando tenía unos 10 años recuerdo tardes de otoño con varias vecinas de la urbanización donde vivo... nada más que pasando el rato (aunque reconozco que a veces no me lo pasaba muy bien ~~ )
Luego está el más reciente. No sé porqué se me grabó tanto. Era un día del otoño del año pasado. Habíamos vuelto a casa después de comer en un restaurante chino buenísimo que hay en Arturo Soria (hasta recuerdo que pedí sushi porque pusieron cosas japonesas y coreanas como novedad~ asique ahora parece más bien un oriental). Me acuerdo que había quedado con watashi no Ayakashi-sama y nos habíamos decidido por quedar en mi barrio.
Vino tarde como el 8O% de las veces, pero no le di importancia, ya que dijo que venía a buscarme a casa. Cuando llegó, bajé y no le vi, hasta que me giré y vi que estaba frente al nuevo veterinario de debajo de casa. N-no voy a dar más detalles en esta entrada *red* pero... no sé porqué me gustó tanto ese ángulo. Estaba muy ./////. ! Cuando se percató de que estaba ahí, dijo que quería que le dieran galletas y yo x///D///X!!!!
El cielo era el mismo: lleno de nubes grises. No sé porqué me acuerdo tanto de ese momento de esa cita... miau~
El caso es que... a veces se nos quedan extraños recuerdos muy personales y que, en un principio, no tendrían porqué ser muy relevantes y destacar entre los demás. Hay muchos salteados, como una tarde de abril en la que el sol se estaba poniendo mientras viajaba en un tren Cercanías, pero hay muchas con el mismo paisaje o parecido a diferencia de este último recuerdo... un paisaje que le he acabado cogiendo cariño. El cielo que me acompañó en muchas tardes con amigos o saliendo de mis antiguas clases de teatro o... muchos momentos más~
El mismo cielo nuboso teñido de gris.