martes, 30 de junio de 2015

El beso

Ya desde hacía un par de minutos que mi corazón estaba latiendo con fuerza. Sin querer me llevé la mano al pecho y me viste con cara de cuadro del Greco, aunque mis mejillas adoptaron un color más rojo que el sol de Japón.
Pensé que definitivamente había perdido la cordura y tú te ibas a alejar, pero... te acercaste a mí lentamente. Pensé que más juntos no podíamos estar pero... me cogiste de la cintura y me atrajiste suavemente hacia a ti. Pensé que "no tendrías huevos" y la vergüenza te invadiría casi tanto como a mí pero... chocamos nuestras frentes. Dirigí una última mirada a tus ojos que, aunque en ese momento los veía borrosos, me parecieron los ojos más bonitos y profundos del mundo.
Creí que para acercarte aún más a mí tendrías que romper las leyes de la física, pero simplemente inclinaste un poco la cabeza y dejé de respirar el aire para respirar tu aire. Cerré los ojos nerviosa mientras aquel nuevo oxígeno llenaba mis pulmones e invadía de fuego mi sangre.
Agachaste un poco la cabeza para contemplar el vergonzoso detalle de que me estaba mordiendo el labio y no me atreví a abrir los ojos. Paré de aguantarme y, al igual que tú, incliné la cabeza para no solo romper las leyes de la física sino también las de la lógica, pues esa vez no chocamos tu frente con mi flequillo, esa vez... tus labios y los míos entraron en contacto. Cálidos, húmedos, dulces, llenos de deseo...
Asaltaste mi labio inferior y, cuando estaba dispuesta a morderte, dijiste un bajo y cruel "Bésame". Mi cabeza me abandonó y mi corazón elevó mis manos como si mi cuerpo fuese una marioneta. Toqué tus mejillas con delicadeza y volví a besarte.
"Nya~" se me escapó cuando nuestras lenguas hablaban por sí solas mientras chocaban y se acariciaban. Mi corazón sentenció "achúchale" y nos abrazamos con fuerza mientras sentíamos ese dulce beso. Cuando  parecía dispuesta  a romper las leyes de Estado, nos separamos suavemente y nos volvimos a mirar... guapo.
Me dijiste "te quiero" rodeándome con tus brazos y con las pupilas ligeramente dilatadas. "Y yo a ti" respondí con una sonrisa tonta después de emitir ruidos de dragón y temblar como un flan. "愛してる♥".

Julio Cortázar describe un beso en el capítulo 7 de su obra "Rayuela". Se ha intentado hacer algo similar, pero al estilo "12~". No me matéis anda~♥



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